Tu hij@ puede ser acosado o puede tener una conducta acosadora… Bullying o Ciberbullying. A continuación veremos de qué se trata.

¿Qué se entiende por bullying?
Es también llamado acoso escolar, maltrato entre iguales o violencia entre iguales. Hay muchas definiciones por lo que elegimos la hecha en 1999 por Olweus, uno de los investigadores pioneros en la materia:
“…un estudiante está siendo intimidado cuando otro estudiante o grupo de estudiantes le dice cosas mezquinas o desagradables, se ríe de él o ella o le llama por nombres molestos o hirientes. Le ignora completamente, le excluye de su grupo de amigos o le retira de actividades a propósito. Golpea, patea y empuja, o le amenaza. Cuenta mentiras o falsos rumores sobre él o ella, le envía notas hirientes y trata de convencer a los demás para que no se relacionen con él o ella. Y cosas como esas. Estas conductas ocurren frecuentemente y es difícil para el estudiante que está siendo intimidado defenderse por sí mismo. También es bullying cuando un estudiante está siendo molestado repetidamente de forma negativa y dañina. Pero no lo podemos llamar bullying cuando alguien se mete con otro de forma amistosa o como en un juego. Tampoco es bullying cuando dos estudiantes de la misma fuerza discuten o pelean…”

¿Cuáles con las caractísticas básicas?
Garaigordobil y Onederra en 2010, profundizan en las características básicas el acoso escolar y encuentran cuatro elementos :
1) Hay una víctima indefensa acosada por uno o varios agresores con intencionalidad mantenida de hacer daño, existe crueldad por hacer sufrir conscientemente;
2) Hay una desigualdad de poder entre una víctima débil y uno o varios agresores más fuertes física, psicológica o socialmente; debe existir una desigualdad de poder, desequilibrio de fuerzas, entre el más fuerte y el más débil; no hay equilibrio en cuanto a posibilidades de defensa, ni equilibrio físico, social o psicológico; es una situación desigual y de indefensión por parte de la víctima;
3) La conducta violenta del agresor contra su víctima se produce con periodicidad, la relación dominio-sumisión ha de ser persistente a lo largo del tiempo; la agresión supone un dolor no sólo en el momento del ataque, sino de forma sostenida, ya que crea la expectativa en la víctima de poder ser el blanco de futuros ataques;
4) El objetivo de la intimidación suele ser un solo alumno o alumna, aunque también pueden ser varios, pero este caso se da con mucha menos frecuencia; la intimidación se puede ejercer en solitario o en grupo, pero se intimida a sujetos concretos.

¿Qué formas puede adoptar el bullying?
1)Físico: conductas agresivas directas dirigidas contra el cuerpo (pegar, empujar…) o conductas agresivas indirectas dirigidas contra la propiedad (robar, romper, ensuciar, esconder objetos…);
2) Verbal: conductas verbales negativas (insultos, motes, hablar mal de esa persona, calumnias…)
3) Social: conductas mediante las cuales se aísla al individuo del grupo
(no se le deja participar en alguna actividad, se le margina, aísla, ignora…)
4) Psicológico: son las formas de acoso que corroen la autoestima, crean inseguridad y miedo (se ríen de la víctima, le desvalorizan, le humillan, le acechan creándole sentimientos de indefensión y temor…).
No obstante, hay que tener en cuenta que todas las formas de bullying tienen un componente psicológico.

¿Y el ciberbullying qué es?
Es un concepto más reciente y hay muchos investigadores que elaboran definiciones.
Básicamente, es un acto acto agresivo e intencionado llevado a cabo de manera repetida y constante a lo largo del tiempo, mediante el uso de formas de contacto electrónicas por parte de un grupo o de un individuo contra una víctima que no puede defenderse fácilmente.
Entre las definiciones más recientes y amplias encontramos la definición de las investigadoras Kowalski, Limber, y Agatston (2010) que incluyen el uso de correos electrónicos, mensajerías instantáneas, mensajes de texto e imágenes digitales enviadas a través de teléfonos móviles, páginas web, bitácoras web (blogs), salas de chat o coloquios online, y demás tecnologías asociadas a la comunicación digital.
Las formas que adopta el ciberbullying son muy variadas y dependen en gran parte de la creatividad del agresor. Flores (2008) aporta algunos ejemplos:

  1. Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes), datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones.
  2. Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en una web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente…,y cargarle de “puntos” o “votos” para que aparezca en los primeros lugares.
  3. Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales…
  4. Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad.
  5. Dar de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos…
  6. Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que le llegan a su buzón violando su intimidad.
  7. Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales…) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada, suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima.
  8. Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.
  9. Enviar mensajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los que se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo agobio.

También señalan 8 tipos de acoso cibernético:

  1. Insultos electrónicos: Intercambio breve y acalorado entre dos o más personas, que tiene lugar a través de alguna de las nuevas tecnologías. Intercambio de e-mails privados o intercambio en contextos públicos como chats… Intercambio mutuo de insultos entre varias personas implicadas.
  2. Hostigamiento: Mensajes ofensivos reiterados enviados a la persona elegida como blanco por correo electrónico, en foros públicos como salas de chat y foros de debate; envío de cientos o miles de mensajes de texto al teléfono móvil de la persona elegida como blanco. Difiere de los insultos porque el hostigamiento es más a largo plazo, es más unilateral (incluyendo a uno o más ofensores frente a una única víctima).
  3. Denigración: Información despectiva y falsa respecto a otra persona que es colgada en una página web o difundida vía e-mails, mensajes instantáneos…, por ejemplo, fotos de alguien alteradas digitalmente, sobre todo de forma que refleje actitudes sexuales o que puedan perjudicar a la persona en cuestión (foto alterada para que parezca que una
    adolescente está embarazada, comentarios maliciosos que se escriben en un “cuaderno de opiniones” online en el que se insinúa que una adolescente es sexualmente promiscua…)
  4. Suplantación: El acosador se hace pasar por la víctima, la mayoría de las veces utilizando la clave de acceso de la víctima para acceder a sus cuentas online, y a continuación enviando mensajes negativos, agresivos o crueles a otras personas como si hubieran sido enviados por la propia víctima.
  5. Desvelamiento y sonsacamiento: Implica revelar información comprometida de la víctima a otras personas, enviada de forma espontánea pero privada por la víctima o que ha sido sonsacada a la víctima y después difundida a otras personas.
  6. Exclusión: No dejar participar a la persona de una red social específica.
  7. Ciberpersecución: Envío de comunicaciones electrónicas reiteradas hostigadoras y amenazantes.
  8. Paliza feliz (happy slapping): Se realiza una agresión física a una persona a la que se graba en vídeo con el móvil y luego se cuelga en la red para que lo vean miles de personas.

Algunos indicadores de posibles víctimas de acoso:
-Conductas de miedo o evitación: falta a clase, espera que no haya nadie para entrar o salir de las escuela, evita hablar de temas relacionados con el colegio
-Conductas depresivas: llanto, tristeza, humor inestable, se muestra irasible, infantilización y dependencia, somatizaciones
-Conductas ansiosas. Nerviosismo, ansiedad, estrés, pesadillas, dificultades para hablar, baja autoestima
-Dificultades en las relaciones sociales
-Descenso en el rendimiento académico

Existen cuestionarios y pruebas sociométricas de valoración de existencia de bullying y ciberbullying. Y el nivel de intervención es tanto a nivel primario (prevención ) y secundario (cuando se detecta la presencia de bullying o CB). Si cree que su hijo puede estar siendo víctima de alguna de estas situaciones además de seguir estos consejos, no dude en ponerse en contacto con el gabinete psicopedagógico de la escuela a la concurre. También puede recurrir a un profesional en psicología para que pueda evaluar esta posibilidad y le orientará sobre cómo abordar la situación, en los distintos niveles de intervención: institucional, familiar, individual y social.

Recomendaciones para los niños y adolescentes:
La guía legal sobre cyberbullying y grooming que ha desarrollado el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) (2009) plantea seis recomendaciones dirigidas a los menores:

  1. Se recomienda a todos los usuarios recurrir al uso de seudónimos o nicks personales con los que operar a través de Internet, permitiéndoles disponer de una auténtica identidad digital que no ponga en entredicho la seguridad de su vida personal y profesional.
  2. Ser cuidadoso con los datos personales que se publican. Es recomendable no publicar demasiados datos personales en Internet (redes sociales, plataformas, blogs, foros…). Estos datos podrían ser utilizados contra el menor o su entorno.
    Es recomendable no publicar más datos de los necesarios y, en datos como el correo electrónico o teléfono móvil, hacerlo de la forma más privada posible.
  3. Se recomienda a los usuarios tener especial cuidado a la hora de publicar contenidos audiovisuales y gráficos, dado que en este caso pueden estar poniendo en riesgo la privacidad e intimidad de personas de su entorno. Siempre que se vayan a alojar contenidos de este tipo o información de terceros, se recomienda notificar previamente a ese tercero para que lo autorice o, en su caso, filtre los contenidos que desea publicar y los que no.
  4. No aceptar ni agregar como contacto a desconocidos. Es recomendable que el menor se asegure de si la persona que va a agregar es realmente conocida. Para asegurarse, en caso de que el nombre de usuario no sea reconocible,
    puede preguntar a sus contactos si es conocido por ellos (amigos comunes, compañeros de colegio…). En caso de detectar discrepancias entre el perfil declarado y el real, o si se identifica alguna conducta malintencionada, la mejor opción es bloquear el contacto de forma inmediata. En función de la gravedad de la situación, es recomendable ponerlo en conocimiento de la plataforma y de las autoridades competentes si se considera necesario. En estos casos, conviene que lo comunique a sus amigos para que estén prevenidos ante este contacto.
  5. Evitar el envío de imágenes o vídeos a usuarios en los que no se confía. En caso de que un contacto desconocido intente involucrarse de forma muy temprana en la vida social y al poco tiempo solicita que se le envíe una foto o encender la cámara web, es mejor dudar y, en un momento posterior disculparse, que ser afectado por las negativas conductas que podrían darse.
  6. Comunicarlo a los padres o tutores. En el momento en que se detecte una situación de riesgo, o en la que un tercero comience a solicitar temas relacionados con aspectos sexuales, se debe comunicar inmediatamente a los padres o tutores legales.

Como podemos darnos cuenta, el tema está al alcance nuestro si nos involucramos en lo que pasa con nuestros chicos. Hay recursos y puertas donde acudir. Es muy probable que los chicos y adolescentes no puedan decir con claridad qué les está pasando, pero será un buen vínculo con ellos lo que nos permitirá intuir que algo les está pasando. La confianza en sus padres y los adultos cercanos es fundamental a la hora de poder romper el silencio. También la actitud de la institución educativa. Existen escuelas que se comprometen y ponen en marcha programas de intervención primaria y secundaria. Otras, que por el contrario, niegan que pueda existir este tipo de situación, como si tapando el sol con una mano este “no existiese”. Tener los ojos abiertos y afrontar lo que toque es la mejor manera de asumir esta como tantas otras circunstancias que la vida nos pone por delante.
Roxana Apollonio

Bibliografía:

-“bullying y Ciberbullying”: Conceptualización, prevalencia y evaluación”Matyte Garaigordobil Landazabal. Facultad de Psicología. Universidad del País Vasco. FOCAD febrero 2011.
-Bullying y Cyberbullying: “Programas y estrategias de prevención e intervención desde el contexto escolar y familiar”.Maite Garaigordobel Landazabal. FOCAD (2011)

INTECO. Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación. (2009). Guía legal sobre ciberbullying y grooming. Observatorio de la Seguridad de la Información de INTECO. 2009 Descargado el 10 de septiembre de 2010 desde https://www.inteco.es/Seguridad/Observatorio/manuales_es/guiaManual_groming_ciberbullying

Kowalski, R., Limber, S., y Agatston, P. (2010). Cyber Bullying: El acoso escolar en la era digital. Bilbao: Desclée de Brower. (original publicado en 2008: Kowalski, R., Limber, S., y Agatston, P. Cyber bullying: Bullying in the digital age. Malden, MA: Blackwell.

Flores, J. (Septiembre, 2010). Decálogo para un víctima de Ciberbullying. Descargado el 14 de septiembre de 2010 de https://www.unblogenred.es/decalogo-para-una-victima-de-ciberbullying/.

Aftab P. (2006). Ciberbullying. Guía práctica para madres, padres y personal docente. Bilbao: Fundación EDEX https://www.edex.es

Garaigordobil, M. (2001). Intervención con adolescentes: Impacto de una experiencia en la asertividad y en las estrategias cognitivas de afrontamiento de situaciones sociales. Behavioral Psychology / Psicología Conductual, 9(2), 221-246

Garaigordobil, M., y Oñederra, J.A. (2010). La violencia entre iguales: Revisión teórica y estrategias de intervención.Madrid: Pirámide

Olweus, D., Limber, S.P., Flerx, V.C., Mullin, N., Riese, J., y Snyder, M. (2007). Olweus bullying prevention program:Schoolwide guide. Center City, MN: Hazelden Foundation. https://www.olweus.org/public/stop-bullyingprogram.
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